Los grandes escritores, cualquiera que sea su género literario, han sido y serán siempre espías, pues su tarea consiste precisamente en observar lo vivo y lo muerto, da igual, hasta sus más secretos recovecos, e interpretar lo observado, abriéndolo a la curiosidad universal. Observar e interpretar, cosas ambas que son, a todas luces, la base misma del genio literario, o artístico en general, y del espionaje.
Otra cosa es, naturalmente, el escritor que se dedica, específica y explícitamente, al espionaje político. Ése sobrepasa el instinto espiador del escritor que lo es de veras y se sitúa en el ámbito turbio, peligroso y deprimente del espía político, que es algo así como el boxeador de la política.
El escritor Fernando Martínez Laínez, especialista en novela negra, y cuya enciclopédica, imaginativa y creativa curiosidad es una de las notas más animadoras de la literatura española actual, acaba de publicar un libro que, si no otra cosa, es ciertamente muy original. Se titula 'Escritores espías', y se subtitula 'La insólita vida secreta de los grandes de la literatura'.
En él se describen, con buena documentación, mejor instinto indagatorio y óptima pericia policial, las actividades de espionaje y trama política, más o menos reales, más o menos comprobadas, de 11 pesos pesados de la literatura mundial: Francisco de Quevedo, Christopher Marlowe, John le Carré, Pierre-Augustin Caron de Beaumarchais, Miguel de Cervantes, Graham Greene, Francois Rabelais, Aphra Behn, Joseph Pla, Voltaire, y Daniel Defoe. Buen elenco, ciertamente.
Pero, además de originalidad, este libro tiene erudición, buen estilo y agudeza, amén de gran amenidad, y es óptima introducción para quien quiera dedicar sus ocios a la lectura de novelas policiacas, gran género literario que sufre de honda incomprensión entre la gente que juzga la literatura únicamente por sus apariencias.
ED: TEMAS DE HOY, 2004
335 PÁGINAS
Libro descatalogado